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Es triste que la primera entrada de mi blog tenga que ser sobre esto, pero es mi pequeño homenaje.
El día grande de Galicia, el día de su patrón se ha teñido de negro.
Soy gallega, y como tal es inevitable que el dolor y la tristeza me acompañe en este día tan trágico y muchos que no son gallegos, se sentirán gallegos por un día.
Somos un pueblo acostumbrado al sufrimiento, como hemos demostrado hoy, a pesar de la tragedia, es admirable como familiares de las víctimas han guardado la entereza.
A pesar de mi tristeza, también un día como hoy, estoy orgullosa más que nunca de ser gallega, y a pesar de estar a casi 3.000 kilómetros de distancia en la actualidad de mi querida tierra.
Orgullosa de pertenecer a un pueblo tan solidario y que reacciona sin pestañear como lo ha hecho en la actualidad. Se me llenaron los ojos de lágrimas al ver a los vecinos de donde ocurrió la catástrofe acarreando mantas, enseres, incluso desmontando puertas de armarios de sus viviendas para usarlas como camillas improvisadas para auxiliar a los heridos. Como médicos, enfermeras, y demás profesionales, que no les tocaba trabajar, incluso gente en paro se acercaron a ayudar, incluso supe de un caso de una chica que estaba de baja por maternidad y no dudó en acudir a echar una mano al Hospital General.
De los cientos de personas que fueron a donar sangre, y colapsaron las áreas habilitadas para ello.
Eso es más que solidaridad.
Desgraciadamente, hoy en día, cualquiera tiene acceso a una red social, y me he topado con esto;
Decirle a este "señor", por llamarlo de alguna manera, que ¡ya le gustaría pertenecer a un pueblo como el mío!  Mientras mi pueblo llenaba libros, ustedes aún andaban en taparrabos, por favor. Luego hablan de racismo, señor, si ustedes son los que vienen llenos de prejuicios e inseguridades,  son los que lo avivan.
"Señorito" decirte, que tienes un gran complejo de inferioridad, y por respeto a las familias de las víctimas, yo que tú me metía en una cueva y no volvía a salir. Quizás no debería ni darle importancia a este individuo, no hacerle publicidad, pero estoy en pleno brote de indignación y si no lo hago exploto.

En fin, solo decir que YO SOY GALLEGA, pero hoy LO SOMOS TODOS.

1 comentario:

  1. Señorita Rivers,
    En efecto ante cosas como estas todos nos sentimos un poco Gallegos.
    Sólo comentarte que cuando estés en pleno brote de indignación... respira y evitarás explotar. No merece la pena dar pábulo a quien no lo merece
    Un a brazo enorme Paula, y por extensión a todos los gallegos

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